En esta retrospectiva del cine negro argentino, el clásico atemporal de 1956 dirigido por Fernando Alaya, Un asesinato por nada, destaca por su cautivadora trama y sus complejos personajes. Sumerjámonos en el oscuro y cautivador mundo de esta obra maestra del cine negro argentino.
Redescubrimiento de una joya del cine argentino
A veces el cine tiene esa habilidad mágica de resucitar tesoros olvidados. Este es el caso con Un asesinato por nada (1956), una de las perlas del cine negro argentino dirigida por Fernando Ayala. Poco conocido en Francia, Ayala contribuyó a la historia del cine con una impresionante filmografía de 36 películas. Hoy, una retrospectiva destaca su obra principal y devuelve la vida a esta obra maestra poco conocida.
Un protagonista presa de sus demonios
El personaje principal, Alfredo Gasper, es un periodista atormentado en busca de sentido. Trabajando en condiciones deplorables en Buenos Aires, sueña con grandeza y causas nobles. El calor opresivo de la ciudad, con sus violentas tormentas, acentúa el estado de agitación enfermiza de Gasper, creando una atmósfera de tensión constante.
Gasper conoce a un extranjero ilegal húngaro. Par Liudas, que planea crear una escuela de periodismo por correspondencia con métodos dudosos. Gasper ve esto como una oportunidad para darle sentido a su vida y acepta colaborar con él. Sin embargo, comienza a dudar de las intenciones de Liudas, cayendo en una espiral de paranoia.
El descenso a los infiernos
La tensión aumenta a medida que Gasper sospecha cada vez más. Sus reflexiones internas, amplificadas por la voz en off, revelan sus tormentos y dudas. Finalmente, convencido de que lo están traicionando, Gasper mata a Liudas. Pero se da cuenta demasiado tarde de que lo hizo en vano, porque el hijo de Liudas, Jarvis, llega a Argentina.
Gasper, confrontado con sus propias acciones, ahora debe lidiar con la presencia de Jarvis mientras oculta la verdad sobre la desaparición de su padre. Su culpa y paranoia sólo se refuerzan.
Una estética oscura e intensa
Fernando Ayala y su equipo, incluido el director de fotografía. Ricardo Younis, han creado una obra visualmente fascinante, utilizando hábilmente juegos de luces y sombras. la influencia deexpresionismo alemán Se siente, aportando profundidad e intensidad adicionales a escenas clave de la película.
Una escena onírica en particular destaca por su estilo surrealista. En este sueño, un niño asiste al funeral de un soldado herido, proporcionando elementos simbólicos complejos que cuestionan las verdaderas fuentes de la culpa y la paranoia de Gasper.
Música de Astor Piazzolla.
La experiencia cinematográfica de Un asesinato por nada se complementa con la inquietante música del legendario Astor Piazzolla. Su talento para capturar emociones a través de la música añade una capa extra de profundidad al trabajo de Ayala.
El legado de Fernando Ayala
Con esta retrospectiva, Fernando Ayala recupera un merecido lugar en el panteón del cine. Un asesinato por nada No es sólo un cine negro, es una inmersión en el alma atormentada de un hombre en busca de redención. Gracias a su cuidada estética y su complejo argumento, esta película recuerda el impacto duradero del cine argentino en el escenario mundial.